Reconstrucción de extremidades

Tanto la reconstrucción de las extremidades superiores como inferiores presentan unas particularidades médicas (etiología, anatomía, técnica, etc.) completamente diferenciadas.

Operación de las extremidades superiores

La extremidad superior está diseñada para proporcionar al ser humano la capacidad de interactuar con el entorno y modificarlo. Anatómicamente presenta gran número de músculos y sus respectivos tendones que a nivel de la mano representan la máxima complejidad a nivel funcional que se puede encontrar dentro del sistema músculo-esquelético.

La vascularización de la extremidad superior se diferencia de la extremidad inferior por un sistema venoso superficial dominante respecto al profundo, y por un sistema nervioso periférico inminentemente superficial.
La patología tumoral es poco frecuente en comparación con la extremidad inferior, siendo la traumática y la yatrogénica las dos principales causas de desórdenes a este nivel.

Operación de las extremidades inferiores

La extremidad inferior ha derivado durante la evolución de la especie humana en unos grupos musculares estriados sumamente potentes específicos para soportar grandes cargas y realizar muchos movimientos de largo recorrido y poca precisión.

En cambio la mayor velocidad de las motocicletas, la practica creciente de los deportes de aventura (puenting, mountain-bike…), el aumento de tráfico de vehículos… hacen que áreas de nuestro cuerpo que son difíciles de proteger sean frecuentemente lesionadas como ocurre con las piernas. El hecho de que sean traumatismos de alta energía provoca que no solo vayamos a sufrir unas fracturas óseas sino que vamos a tener una gran destrucción de tejidos blandos (piel y músculos). Por tanto los cirujanos ortopedas y traumatólogos van a precisar de la ayuda de los cirujanos plásticos para poder tratar correctamente las fracturas abiertas de las extremidades, las osteomielitis o las cicatrices inestables.

otras patologías

Por otra parte el aumento de la esperanza de vida también conlleva la aparición de un mayor número de problemas como las úlceras tróficas secundarias a enfermedades degenerativas y vasculares, y como no, un mayor riesgo de tumores de partes blandas como los sarcomas.

Todos estos tipos de patologías precisan del tratamiento del cirujano plástico para así poder lograr una curación y poder vivir con una calidad de vida aceptable. Hasta hace unos años las técnicas quirúrgicas para poder solucionar estos problemas tenían grandes limitaciones y a menudo dejaban unas secuelas importantes. Hoy en día la microcirugía nos permite reconstruir las extremidades transfiriendo el tejido más apropiado de una parte del cuerpo a otra, uniendo vasos que a menudo tienen un diámetro menor a 1 milímetro.

A modo de ejemplo, si precisamos tejido muscular para cubrir el tercio distal de la pierna, como ocurre en las fracturas abiertas de tibia, podremos utilizar un músculo prescindible de su función como puede ser el músculo dorsal ancho, que trasladaremos de la espalda, como si de un transplante se tratara, a la pierna, uniendo las arterias, venas y nervios del colgajo muscular a los de la pierna.

Si precisamos únicamente cobertura cutánea, como en las ulceras tróficas, tumores… podemos utilizar las técnicas más novedosas de la microcirugía de perforantes. Estas técnicas nos permiten transferir tejido de una parte del cuerpo al otro con el mínimo sacrificio anatómico para el paciente, obteniendo unos magníficos resultados y facilitando el poder vivir con la mejor calidad de vida posible.
La vascularización de la extremidad superior se diferencia de la extremidad inferior por un sistema venoso superficial dominante respecto al profundo, y por un sistema nervioso periférico inminentemente superficial.
La patología tumoral es poco frecuente en comparación con la extremidad inferior, siendo la traumática y la yatrogénica las dos principales causas de desórdenes a este nivel.